En agosto de 2011 estuvimos en Asturias. Tania, Antonio, Inma e Higinio. Fuimos desde Medina en coche y como novedad de un viaje largo nos llevamos nuestras bicis. Para ello nos compramos una baca que va fijada a la bola. Fuimos en el C5 y viajamos de noche turnándonos para conducir por lo que el viaje se nos hizo muy corto y fresco. Además por 25 euros cada uno nos plantamos en la otra punta de España.
Estuvimos 6 días en Asturias, alojados en una casa de la localidad de Noreña, fruto de un intercambio de casas. Cerca de Pola de Siero y muy cerca tanto de Oviedo como de Gijón.
Día 1. Oviedo y Gijón
Llegamos a la casa por la mañana, descansamos un poco y fuimos a visitar Oviedo. Principalmente íbamos a Asturias por su riqueza paisajística, no por sus ciudades, sin embargo empezó la cosa bien pues Oviedo nos sorprendió por ser más monumental de lo que esperábamos. Calles de piedras, plazas acogedoras con soportales de columnas, iglesias…
Había además bastante ambiente en muchos bares por el centro y en uno de ellos comimos y degustamos nuestras primeras fabes asturianas del viaje. Además de bueno, comimos muy barato.
En Oviedo nos reunimos con Adolfo. Adolfo hasta el momento era solo un usuario de internet al que le íbamos a comprar un altímetro. Pero este encuentro resultó más que eso ya que Adolfo, de setenta y pico años es una persona entrañable y nos contó decenas de anécdotas en un momentillo. Entre ellas nos explicó como ir a subir el Angliru, y nos advirtió que había que subir «sin posarse», o lo que es lo mismo, sin poner pie al suelo.
Luego de pasar por el auditorio que construyó Calatrava, enorme, original y supongo que innecesario, subimos a Santa María del Naranco, del año 842, y desde donde se ve toda la ciudad de Oviedo.
Dejando atrás Oviedo llegamos a la cercana ciudad de Gijón. Gijón es una ciudad mucho más moderna, sin apenas monumentos históricos pero con el encanto de la costa. Como ciudad es mucho más bonita Oviedo pero la playa le da a Gijón un encanto y un ambiente especial. Allí probamos y escanciamos la sidra. Estuvimos un rato paseando por las calles de Gijón, pero en general, la parte céntrica e interesante es muy pequeña. Podemos decir que es una ciudad discreta y normalita dentro de las ciudades españolas.
Compramos comida en un hipermercado para toda la semana y cenamos en la casa.
Día 2. Cantabria
El segundo día lo dedicamos a conocer parte de la vecina Cantabria, daremos más detalles en otra entrada.
Día 3. Angliru, cudillero
El tercer día Antonio y yo(Higinio) salimos en bici desde Noreña dirección Angliru. Atravesando Oviedo estuve cerca de que me atropellara un coche cruzando una rotonda, pero me salvé. Seguimos el camino indicado por Adolfo hasta que llegamos a Riosa. Allí nos comimos unas barritas y Aquarios y comenzamos a subir el puerto más duro de España.
Los primeros Km eran los más fáciles e íbamos encantado, ya que además de la ilusión de estar allí el paisaje era precioso. Luego empezó lo duro, con rampas del 23% y el cambio fue brutal. Los primeros metros los haces bien pero luego piensas que cómo vas a aguantar así 7 km. Antonio, con mejor forma que yo, empezó las rampas duras bastantes mejor que yo, pero debido a la poca velocidad de ambos seguimos juntos. Llegando a la cueña les cabres nos adelantaron Inma y Tania con el coche. Allí Antonio respiraba gritando casi, jejej, la dureza es inmensa. Yo, poco a poco, por la diferencia de peso, en las rampas más duras me adelanté un poco y llegué un poco antes. Aunque justo a diez metros de la llegada me tuve que parar por unas vacas, por lo que Antonio dice que no lo subí porque «me posé». Al final lo conseguimos, pero la verdad no es bonito de subir, para nuestro gusto, es algo exagerado que quizás carece un poco de sentido. Porque en muchos lugares se podrían asfaltar un camino así para que la vuelta lo subiera. El paisaje es precioso.
Luego de nuestra gesta nos dirigimos a conocer el pueblo de Cudillero. Es un pueblo pesquero enclavado entre dos montañas con un encanto especial. Como desventaja, está muy de moda para comer y los restaurantes están totalmente orientados al turismo, aunque encontramos un sitio barato para comer. Merece la pena visitar este pueblo.
Después seguimos recorriendo la costa dirección Galicia viendo unas playas, bosques y acantilados muy bonitos.
Especial fue nuestra parada en la playa de Cadavedo, donde Higinio se bañó y los demás tomaron un café contemplando tan bello y tranquilo lugar.
Luego volvimos a Noreña para ducharnos y visitar Oviedo, esta vez de noche, y acompañados por nuestros amigos Juan Carlos y María que casualmente planearon sus vacaciones paralelas a las nuestras en la misma zona.
Día 4. Descenso del Sella, Bufones de Pría y Ribadesella
El viernes 26 de agosto fuimos temprano de Noreña, pasando por el puerto de Fito, hasta Arriondas. En Arriondas se inicia el famoso descenso del Sella. El descenso internacional del sella presume de ser el acontecimiento de este tipo más importante del mundo. Nosotros reservamos por internet dos canoas y nos dirigimos a la empresa que nos dio las instrucciones necesarias y nos llevó hasta las canoas. El descenso fue precioso, el paisaje es inmejorable como veis en las fotos. Decir que el río no lleva demasiada fuerza y el descenso puede hacerlo cualquier persona.
Después del descenso en canoa, fuimos a ver los Bufones de Pría. Los bufones son grietas y chimeneas abiertas en la roca del acantilado, conectadas con simas marinas por las que las olas del mar empujan el agua con gran fuerza, formando en la superficie surtidores de agua pulverizada visibles desde el exterior y que pueden alcanzar más de veinte metros de altura.
Nosotros tuvimos la suerte de verlos de al menos 5 o 6 metros, aunque en las fotos no se aprecian.
Para terminar el día visitamos Ribadesella, un pueblo bonito, pero no muy destacable.
Cenamos en la casa un centollo de una marisquería que nos cocieron poco antes, delicioso.
Día 5. Lagos de Covadonga,
El sábado partimos los cuatro en el coche hacia Cangas de Onís. Allí, Antonio e Higinio cogieron la bici para no subir en frío el mítico puerto de Los Lagos de Covadonga. Tania e Inma se reunieron con Juan Carlos y María para visitar el Santuario y subir en bus, ya que en coche está prohibido hasta las seis de la tarde.
Antonio y yo (Higinio), tras el calentamiento, comenzamos a subir el puerto. Nada que ver con el Angliru, mucho más bonito y mucho más asequible. Mientras vas subiendo por un tupido bosque vas viendo el monasterio desde distintos puntos de vista, espectacular.
Más o menos por la mitad, el bosque desaparece, y el paisaje se vuelve un poco más rocoso y comienza La Huesera, la parte más dura del puerto. Un poco más arriba nos adelantó el bus donde iban Tania e Inma.
Llegamos arriba donde nos reunimos. Tuvimos una suerte excepcional, pues por lo visto casi siempre está nublado y no se aprecia bien este lugar, que sin duda, es uno de los más bonitos y famosos de España. Estuvimos bastantes horas por los lagos haciendo fotografías y comiendo. También visitamos unas antiguas minas que hay allí.
Ya por la tarde, cada uno bajó con el vehículo que había subido y nos volvimos a reunir en el Santuario para visitarlo.
Después de un buen rato en el Santuario, nos dirigimos hasta Cangas de Onís, antigua capital asturiana, y que es una maravilla. Entre sus monumentos destacar su puente romano, monumento histórico artístico.
Terminamos cenando en el Bar Letual en Noreña. Si pasan cerca de Noreña tiene que ir a este bar. La comida riquísima y además muy barato. Fue uno de los mejores momentos del viaje. Después de la cena fuimos en taxi a la feria de Argüelles, un pueblo vecino. Al llegar nos resultó curioso el hecho de que la feria era una antigua verbena de esas que se ven en las películas españolas, simplemente con una orquesta y una caseta. Sin embargo lo pasamos muy bien.
Día 6. Lastres
Bueno, a pesar de las espectaculares playas de Asturias, hasta el momento solo se había bañado Higinio y una vez. Así que el último día, con algo más de temperatura lo dedicamos a visitar la costa en busca de playas y pueblecitos.
Fuimos por la autovía lejos, hasta Llanes y desde ahí retrocedimos por la costa. Llanes es un pueblo bonito, con algunos monumentos y mucha vida. Comimos en una de sus playas cercanas, la verdad que son todas una maravilla.
Seguimos después de comer por la costa dirección Gijón viendo playas. Entre las que más nos gustaron están Gulpiyuri, Torimbia, La playa de Las Cuevas y Villalcanal.
La playa de Gulpiyuri es la playa más curiosa que hayamos visto nunca. Es una playa que no da al mar, así, tal como lo leen. Está a unos 100 metros de mar, y a causa de las grietas que forman los bufones en mitad de la nada se ha formado esta pequeña y preciosa playa.
La playa de las Cuevas debe su nombre a unas cuevas que hay en los laterales de esta amplia playa. Además el paisaje es muy bonito.
La del Villa Cañal es espectacular. Parece hecha con regla y metro. Os dejamos una foto que no es nuestra para que la veáis con más luz y marea baja.
Para terminar el día estuvimos en Lastres, una preciosidad. Quizás el pueblo más bonito que vimos. Callecitas estrechas y de piedras que caen al mar hace de este pueblo visita obligada de Asturias.
Quedamos tan encantados del Bar Letual que volvimos a cenar allí el último día, y volveremos algún día solo para volver a comer allí, :).
En conclusión, Asturias es una maravilla. En cuestión de naturaleza de los más bonito de España y si tuviera un clima para poder disfrutar de sus preciosas playas sin duda estaríamos hablando de la comunidad más destacada de España, a pesar de su tamaño. Volveremos!!