Bastei y Dresden (Sajonia)

Este pasado fin de semana estuvimos al suroeste de Alemania, en la región de Sajonia. Fuimos con David y María, vallisoletano y salmantina respectivamente que están cursando una beca Erasmus en Praga y que conocimos ya desde España, por mail.

Bastei

Primeros fuimos a Bastei. La zona es un parque nacional bañado por el caudaloso río Elba, caracterizada por una exuberante vegetación, por enormes desniveles y por espectaculares ciudades de rocas, al igual que en el Paraíso de Bohemia, en República Checa, aunque en este caso la ciudad más que casas tenía rascacielos.

Nosotros aparcamos en Rathewalde, y desde ahí hicimos un sendero hasta Bastei, donde luego descubrimos que se podía llegar por carretera también, pero bueno, el sendero fue precioso y nos ahorramos el dinero del Parking. Dicho aparcamiento y la zona a visitar está justo aquí.

En 1824, entre verticales paredes de rocas de 200 metros de altura a alguien, no sé a quién, pero me hubiera encantado conocerlo, se le ocurrió construir un puente de madera por el que los visitantes pudieran pasar de una zona de rocas a otras, y ese puente poco después fue reemplazado por el actual puente de piedra. El puente se ve espectacular si veis las fotos, sin embargo, lo más increíble son las vistas desde el puente. Desde una pared vertical de 200 metros sobre el río se observa una panorámica sobre la región de Sajonia que no se puede ni expresar con palabras ni captar con el objetivo de una cámara. Es un verdadero placer para la vista. Además de la altura, que impresiona, se observan hasta el horizonte llanuras, montañas y gargantas totalmente verdes, salpicadas por algún castillo.

Cómo desventaja, desgraciadamente, la de casi siempre, muchísima gente en el puente y alrededores, y para colmo poco antes hay un hotel, allí, en medio de la nada. Lo malo es que lleguen los buses hasta justo allí, si tuvieran que andar lo que nosotros andamos seguramente no habría ni un 10% de turismo. Pero bueno, nosotros también le molestaríamos a los demás para las fotos, ;).

Después del puente seguimos bajando por unos largos escalones, parando cada poco a observar una vista diferente del Elba desde las alturas. Ya bastante más abajo, con mucha menos gente, y con Kipar correteando por un enorme bosque empezamos a oír ópera. Cuanto más bajábamos más fuerte se escuchaba y estaba creando una sensación mágica ya que el bosque era muy oscuro y tupido. Al fin llegamos hasta el origen, un señor, que canta estupendamente, y en vez de cantar en el puente Carlos de Praga o en algunos de los miles de lugares concurridos estaba cantando allí, en solitario, en medio del bosque. Con su botecito para que le dejaran dinero por supuesto. Interesante.

Ya terminamos de bajar y llegamos a un rio o riachuelo, afluente del Elba. A esta zona se podía llegar por una carreterita y había alguna oficina, y aprovechando una presa había allí unas barquitas para alquilar en este pequeño lago. El paisaje parecía cómo de los Alpes, ya que se veía una enorme caída de la montaña, con mucha vegetación y con el citado lago. Empezamos a mirar cuánto costaban las barquitas, valían 3 €, media hora, pero daba igual porque no habíamos cambiado y no teníamos euros, solo coronas checas. Pero de repente se acercan un grupo de alemanes mayores, y empiezan a hablarnos, yo no me enteraba de nada evidentemente. Pero David habla un poco de alemán, además de inglés y algo también de checo, que envidia, y estuvo hablando con ellos, que se reían muchísimo y eran muy simpáticos. Total, yo no sé ni cómo pasó, que ellos nos invitaron a coger la barquita, jaja, habían estado en Málaga y algo más dijeron y les debimos dar pena ahí pensándonos si sí o si no por 3 €, y cogió uno de ellos y pagó los 3 €. David le decía cómo que se montaran con nosotros, pero no, ellos lo que querían eran solo invitarnos.

Este momento pudo ser casi el mejor momento del viaje del fin de semana. Además de reírnos por curioso de lo ocurrido se respiraba un aire puro y una tranquilidad, que sumado al relajante ruido del agua y al ejercicio de remar, hacía que se estuviera allí de maravilla. Además, justo salió el sol por primera vez en todo el día. Aprovechamos y nos comimos una tortilla de cebollita y pimiento que llevábamos. Los 30 minutos se hicieron cómo 5, esa fue la pena. Kipar también disfrutó del paseíto en barca.

Después de esto el sendero se estrechó y comenzamos a subir durante un ratillo hasta que llegamos a un restaurante en medio de todo el parque, perdido, encaramado en la roca y haciendo de una cascada su patio. El sendero seguía siendo muy bonito y así continuó hasta el coche, al que llegamos a las 3 de la tarde y aprovechamos para terminar de comer con unos bocadillos que llevábamos. Al terminar de comer, fuimos para Dresden, que quedaba a una media hora.

Dresden

Después de dejar las cosas en el hotel, nos fuimos y aparcamos con mucha suerte al lado del centro. Estuvimos desde las seis hasta las nueve viendo Dresden. Dresden es una ciudad que es históricamente conocida por el gran bombardeo al que fue sometida. Al final de la guerra los aviones ingleses y estadounidense bombardearon la ciudad con miles de artefactos dejándola prácticamente aniquilada. Si miráis por internet se habla de que fue un genocidio, pero que no se habla de ello porque lo llevaron a cabo los salvadores del mundo en esos momentos. El caso es que en el año 1945 la ciudad quedó completamente destruida como podéis ver y leer aquí.

Sin embargo, ellos decidieron reconstruir los numerosos monumentos de la ciudad con las mismas piedras que cogieron de los escombros y con muchas nuevas que faltaban evidentemente. Muchos monumentos se han terminado en este siglo y alguno aún está por terminar. Ver las imágenes de los monumentos destruidos y compararla con las imágenes de la reconstrucción es algo muy curioso.

El caso es que Dresden tiene un centro lleno de monumentos gigantescos que por algunas partes parecen nuevos y por otras parecen más antiguos. Es realmente espectacular y es una ciudad muy visitada, sin embargo, no sé si por las expectativas que nos hicimos o porque es demasiado a lo bestia todo, no nos gustó tanto como creíamos.

También es una ciudad muy plana, con unas plazas tan enormes que a pesar de haber gente se ven casi vacías. Eso quizás hace que no sea una ciudad acogedora.

Realmente en tres horas vimos todo lo que tenía que ver el centro de Dresden, eso sí, sin entrar en ningún museo ni nada parecido. Nos fuimos a cenar a una zona que es cómo el centro nuevo, donde había muchos más ambiente. Allí habíamos quedado con una amiga de María que estudiaba aquí y estuvo en Salamanca años atrás. Nos llevó a comer las típicas salchichas y cervezas alemanas y no muy tarde, sobre las doce nos acostamos muy cansados, porque la verdad andamos muchos kilómetros en el día.

Al día siguiente fuimos a visitar de nuevo el centro, esta vez con la luz de la mañana y esperando poder entrar ahora en algún edificio. Pero no hubo suerte, las iglesias que se podía visitar estaban cerradas momentáneamente así que estuvimos paseando por los mismos lugares que la tarde antes, aunque con diferente ambiente.

Y ya nos marchamos de Dresden siguiendo el río Elba, donde se veían casas majestuosas de ricos y pequeños castillos hasta que llegamos a un palacio enorme, con muchos jardines, también a orillas del Elba.

Después seguimos para Pirna, una ciudad pequeña, donde comimos, y que en este caso era muy bonita y no esperábamos nada, por lo que nos sorprendió gratamente. Callecitas llenas de gente, con música en la calle y casas muy bonitas. Una ciudad, al contrario que Dresden, muy acogedora, aunque evidentemente no de la belleza ni de la misma importancia. Y ya desde aquí hicimos las dos horas de camino que nos separaban hasta Praga.

 

 

 

3 thoughts on “Bastei y Dresden (Sajonia)

  1. Hola!!!! Inma! soy tu prima Laura! oyeeeee…. estoy más que impresionada con vuestro blog de viajes…. me parece maravillosoo y super bonito!!! cuánto me alegro que estéis viviendo esta experiencia! estoy muy contenta por vosotros! me encantaría ir a veros porque por lo que veo en vuestro blog todo es precioso! Aprovechad todo lo que podáís vuestra estancia allí…
    Espero que nos podamos ver prontito… y me cuentes todas vuestras aventuras!
    Si os aburrís (que no lo creo) os podeís pasar por London a hacer una visitita…no?? jejeje…

    Muchos besitos a los dos…

    pd: me encanta el perrito!!!!!!!!!!! 🙂

    • Hola lauri!!! Que alegría tu comentario en el blog!

      Muchas gracias por escribirnos! Que bien que te guste esta idea, porque para eso fue creado el blog, para que todos/as aquellas personas a las que tenemos cariño disfrutéis con nosotros, aunque sea en la distancia y lo podáis compartir con nosotros. Y para aquellos que no nos conozcan, pues les sirva en la medida de lo posible, para sus nuevas experiencias y viajes.

      Por supuesto que si te apetece venir a vernos, estás invitadiiisima! jaja No lo dudes, ven cuando quieras, como quieras. Podíais pasaros todas las primas por aquí, como ya me enteré que fueron a Londres. jaj Sería genial. Yo con mucha penita que me perdí estar con vosotras alli en London!! 🙁 Seguro que fueron unos días buenísimos.

      Por nosotros encantados también de ir a Londres, desde luego que es una oportunidad estando tú allí, y nosotros con todas las ciudades que hemos visitado ya, y Londres sin embargo no! jaj (bueno y segovia.. pero que no se entere Luis jaj) No puede ser!Lo se! Pero bueno. A ver si hay ocasión.

      Bueno, besitos de parte de los dos ( y de Kipar)!! jaj Seguro que en el veranito nos vemos, espero..!

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